EXISTEN DOS MANERAS DE VINCULAR PERSONAS A SU NEGOCIO.

La primera es ofrecérselo a todas las personas que usted encuentre esperando que éstas tengan la suficiente bondad, cortesía o paciencia para escucharle. Yo llamo a eso la técnica emboscada. Es duro para el prospecto quién no se lo espera y es duro también para usted. En estos casos la tasa de rechazo ante la “sorpresa” es bastante alta. Y eso se debe a que usted aparece como alguien que intenta favorecer sus propios intereses convenciendo a otros para que consideren su oportunidad de negocio

La segunda manera de hacerlo consiste en decidir de antemano a quién se le ofrecerá la oportunidad y determinar las razones de por qué esta persona pudiera estar interesada en la oferta. Lo que usted busca es poder conectar personas. Cuando usted aborde a las personas que tengan la disposición correcta para el negocio, ellas verán que usted considera genuinamente que tiene algo bueno para ofrecerles. Siempre esté listo para decir, “Le llamé porque…”.

¿Se vincularán al negocio? Tal vez sí, tal vez no. Muchos factores incidirán en la decisión que tomen sus prospectos. Lo único que usted podrá controlar es la calidad de su propia presentación, no la manera como respondan las personas. Pero una cosa sí es segura: Aborde a sus prospectos con el deseo genuino de ayudarles y verá cómo se eleva considerablemente su tasa de éxito. Aún cuando ellos declinen la oportunidad, la puerta continuará abierta.