La forma más clara de liderar y motivar es el ejemplo. Como líder debo demostrar a través de mi actitud y con hechos claros que sé para dónde voy. Si no establezco un objetivo, mi grupo se comportará de idéntica manera. Por tanto deambulará de un lado para otro sin tener un norte.

Tener un punto de llegada como líder da total claridad sobre muchas cosas: ¿cuál es el compromiso que quiero de parte de mi grupo? ¿Cuáles son las metas al corto y largo plazo? ¿Qué tipo de personas tienen el perfil adecuado para cumplir con las metas establecidas?

¿Dónde se suele encontrar el norte de las empresas? En su misión y su visión. Allí están proyectados en síntesis los objetivos de todo negocio. Teniendo esta claridad, el líder debe responder estableciendo parámetros claros en el grupo que lleven a la consecusión de unas metas.

Si como líder establezco claro mi punto de llegada, resulta más fácil indicar qué hacer y cómo hacerlo. No puedo como cabeza de grupo enfocarme en lo malo, o lo que no se hizo bien y quedarme allí. Se debe sí revisar lo que no funcionó, claro; pero, con el fin de establecer de manera inmediata los correctivos suficientes que lleven a obtener los logros deseados.

Parte de la obtención del éxito en el camino trazado por un líder está en la verificación constante. Nada saco con saber para dónde vamos, si no estoy haciendo una evaluación periódica que me demuestre que estamos caminando y además está sucediendo de la forma indicada y con los avances esperados. Evaluar ayuda a detectar las falencias en los procesos y permite solucionarlas a tiempo.

Como empleado que hace parte de un grupo, nada produce más gusto que ser colaborador de una persona que sabe para dónde va. Este tipo de líder genera tranquilidad y a su vez uno siente que hacer su trabajo es una labor sencilla.

El liderazgo de quien tiene establecido su norte permitirá observaciones y críticas constructivas de parte de los demás. A fin de cuentas, si todos sabemos para dónde vamos, los aportes que nos ayuden a lograrlo de la mejor manera, son bienvenidos.
Sepa entonces hacia qué lugar se dirige, encontrar quiénes se le unan en el camino y colaboren para que lleguen juntos vendrá por añadidura.

Editado por: Ana Patricia Caicedo Cox