Una negociación es un proceso que involucra dos partes en interacción. Se busca de lo anterior que una o las dos partes involucradas ganen. La idea es que resulten satisfechos los intereses mutuos. En un acuerdo idóneo lo ideal es que las dos partes salgan ganando.

Teniendo en cuanto lo anterior negociar ocurre en muchos aspectos, no compete tan solo a lo comercial o a los negocios. Muchas situaciones de la vida personal implican la habilidad de negociar.

¿Cuándo un relación personal nos agrada mucho no quisiéramos que fuera para siempre? ¿Qué haría usted con tal de conservar algo para siempre?

Al momento de negociar, parta de la idea de que esa negociación o ese vínculo que quiere establecer será para siempre. Si hace las cosas de este modo verá cómo cambia su perspectiva con respecto al trato que usted va a hacer y con respecto a las personas inmersas en el mismo.

¿Si tuviéramos la oportunidad de ver el futuro y saber que un vínculo que nos agrada e interesa muchísimo  es para siempre, no seríamos extremadamente cuidadosos para conservarlo?

¿Cómo hacer lo mejor para establecer una relación para siempre? Las buena relaciones tanto en los negocios como en la vida cotidiana se establecen percibiendo  las verdaderas necesidades tanto propias como las de la otra persona. Esto se logra a través del uso de preguntas.

Para obtener esto de manera óptima se debe  escuchar con atención, mostrar honestidad, integridad, sincero interés hacia el otro y debe haber total disposición para establecer nexos de cooperación.

Por ejemplo, es muy importante no ofenderse durante un trato ya que implica la posibilidad de perder. Se debe ser sincero, la honestidad siempre será preferible en las relaciones “para siempre”.

En un proceso de negociación, también es relevante hacer preguntas eficaces para obtener la información que se desea. Se debe escuchar atentamente al otro, ya que esto siempre nos dejará claras las necesidades de la persona con la que negociamos. Debe haber disposición para plantear alternativas, esto  hace que la negociación no se estanque. Resulta fundamental establecer compromisos, para el beneficio de las dos partes. Se deben hacer concesiones. Se debe ser empático, es decir saber ponerse oportunamente en los zapatos del otro. Ser paciente. Ofrecer una ganancia adicional o “encime” para llegar a un buen trato.