En general, el tiempo durante el cual miramos a nuestro interlocutor dice mucho acerca de nuestro grado de sinceridad. Según algunos psicólogos, cuando alguien miente, suele mirar a la otra persona durante periodos de tiempo más cortos que cuando dice la verdad. Así que si deseas que te crean y quieres ser persuasivo, mira con frecuencia a la otra persona que te escucha mientras estás comunicando tu mensaje.

Presta atención a tu mirada. ¿Tienes una mirada de águila o una mirada evasiva? ¿Sueles bajar los ojos o desviar tu mirada cuando hablas con otras personas? Si sufres de cualquiera de estos males, reemplaza tu mirada dominante o evasiva por un contacto visual que involucre a la otra persona en la conversación.




Como punto de referencia, considera que una mirada dominante significa mirar a la otra persona directamente a los ojos por un periodo mayor a diez o quince segundos. Ya sea que lo hagas en una conversación de negocios o en una charla informal, esta mirada dominante hará que tu interlocutor se sienta incómodo. En lugar de mirarle constantemente a los ojos, mira en dirección a su cara por períodos de entre cinco y diez segundos; de esta manera la mantendrás involucrada en la conversación.

Pídele a alguien que te conozca a fondo, que te diga cómo ve tu contacto visual con los demás en una conversación informal; pregúntale si eres de los que intimidan a las otras personas con su mirada o, por el contrario, las invitas a establecer y mantener un buen nivel de comunicación. En cualquiera de los dos casos, profundiza un poco más sobre lo que puedes mejorar o cambiar.

Cuando estés escuchando a otra persona evita distraerte y mantén siempre contacto visual. Recuerda que cuando tu mirada está en otro lado, tu mente está ausente. Si evitas mirar a la otra persona, su cerebro seguramente concluirá que algo debes estar ocultando y que no es prudente confiar un 100% en lo que estás diciendo.

No mires al piso, no mires hacia arriba o hacia los lados ¡mira a la persona! Y nunca cometas el peor de los insultos que es mirar por encima del hombro de la otra persona. Porque una cosa es mirar arriba, abajo o a los lados, pero mirar sobre el hombro es, literalmente, decirle a la persona: “quítese del frente que me está estorbando la visión.” Así que la próxima vez que estés sentado en un restaurante y tu pareja se encuentre frente a ti, hablando, y tú estés mirando sobre su hombro, eso es exactamente lo que estás diciendo.




Aprende a mantener tu mirada en tu interlocutor. No voltees a mirar o a seguir cualquier distracción que se presente a tu alrededor. Escucha con interés y empatía y, sobre todo, escucha tanto con tus ojos como con tus oídos.

Entre la lista de razones principales por las cuales se echan a perder entrevistas de trabajo, o presentaciones a clientes, se encuentra la incapacidad de mantener un contacto visual que inspire confianza, seguridad y cree armonía con el interlocutor.
El contacto visual no sólo te permitirá evaluar las expresiones y gestos de la otra persona, sino que le demostrará tu nivel de interés. Como regla general, recuerda que cuando la mirada está en otro lugar, la mente también. ¿Quieres dejarle saber a tu interlocutor que estás con él? Mírale mientras le escuchas o le hablas.