La vida es demasiado corta para iniciar una empresa que no le aporta gratificación y alegrías. Y si ama lo que hace, se mantendrá firme tanto en las buenas como en las malas.

1.Golpea donde nadie ha golpeado. Cuando nos planteamos entrar en un negocio, es mejor intentar ser de los primeros, posición que se refuerza si se trata de un sector en crecimiento o todavía no maduro. Esto puede suponer contar con unas ventajas decisivas a la hora de situarte en un mercado concreto.

2. Asume riesgos si, pero de forma calculada. Es necesario asumir riesgos, si tienes una buena idea no esperes, actúa, eso sí adáptala a tus recursos humanos y materiales, siempre habrá inversores esperando apostar por negocios que han conseguido arrancar. Es necesario evaluar y planificar el riesgo para reducirlo y ajustarlo a su precio justo, que es el que estamos dispuestos a pagar.




3. Voluntad y Motivación. Estar dispuesto a dar el paso, estar convencido de las propias posibilidades y capacidades personales, establecer objetivos realistas que podamos alcanzar.

4. Detectar y aprovechar las oportunidades que presenta el mercado. Hazte un plano de situación del segmento de mercado que conoces. Entérate de las necesidades actuales y futuras de los clientes, pregunta, escucha, analiza y sintetiza las ideas factibles que desarrollar en la práctica.

5. Creatividad. El negocio no acaba cuando se pone en funcionamiento. Mantener un servicio de calidad es fundamental, un cliente satisfecho es el mejor comercial para tu empresa, es necesario tener visión de futuro, para ello analiza a donde te gustaría llegar con tu empresa, resuelve los viejos problemas con nuevas formulas, evita expresiones del tipo “hazlo como de costumbre”, define nuevas estrategias, busca nuevas utilidades a los recursos de tu empresa, Innova, renueva, mejora, rediseña tus producto o servicios, ábrete a nuevas ideas, nuevos conceptos, nuevas políticas




6. Un buen comienzo. Ajusta tu idea de negocio a los recursos de partida. Aprovecha los pocos recursos de salida, es mejor utilizar los recursos en una buena campaña de promoción, en hacer una imagen de marca, en alquilar, en recurrir al leasing, renting,… En definitiva no inmovilices tus recursos, úsalos.

Por: Manuel Trincado (http://winred.com)