¿Recuerda cuando era estudiante? Recuerda lo que muchos pensaban y aún piensan de las personas que se hacían adelante. Cosas como: “este es un ñoño, que quiere que el profesor se fije en él”. Pues entérese el “ñoño” o el “nerd” lo logró, el profesor se fijó en él.
Por alguna razón, parecen tener mayor recordación quienes llegan de primeros, quienes están pendientes y demuestran interés. Claro, esto exige que vaya acompañado de unos hechos reales y de acciones concretas.
¿Si usted está haciendo una presentación de ventas, se verá bien que llegue después de sus clientes? Por supuesto que no. Fantástico que usted se les adelante y tenga tiempo para recibirlos de una madera amable y cordial.
Hacerse adelante es una metáfora de la actitud. Es mostrar que hay motivación, es ese deseo de captarlo todo para no perder nada. Cuando me hago adelante en el salón escucho mejor, veo mejor la exposición, puedo interpretar mejor las actitudes de quien habla. Hacerse adelante se extiende a muchas esferas de la vida, implica vivir actualizado en su área de interés, lleva consigo saber las cosas que están a la vanguardia que puedan ser del agrado de sus clientes.
Hacerse adelante, es hacer esa llamada de agradecimiento por contar con sus servicios. Hacerse adelante, también es estar pendiente de las personas que están bajo su mando si es usted el dueño de una empresa.
Colocarse en los primeros puestos también significa su preocupación por ser cada día alguien mejor. Sea el primero que busca esos seminarios de mejoramiento. Sea el primero en cuidar de sí mismo para proyectar esa excelente imagen con la que desea ser recordado. Sea el primero en pedir críticas constructivas que le pueden ayudar a crecer.
Conviértase en un paradigma. ¿No le parece que el profesor siempre ponía más cuidado a los niños que se hacían adelante? Pues no era solo apariencia. Haga el ejercicio de ser el primero en llegar a su empresa. La gente lo notará.
Ubicarse al frente, como cuando se va a concierto que se anhelado mucho, es no querer perderse de absolutamente nada porque se está ante una oportunidad única. Todos deberíamos aprender de los niños que se quieren hacer cerca del profesor. O quizás deberíamos hacernos conscientes de que cada momento en la vida es irrepetible.