¿Concibe usted una vida de calidad sin una buena nutrición? Imposible. Comer bien es el principio de tener una buena salud. Se ha afirmado que el hombre es lo que come. ¿Usted qué come? ¿Come en las horas adecuadas? ¿Dedica el tiempo suficiente a comer bien? ¿Incluye en su dieta todo tipo de alimentos o prima la “comida chatarra”?
¿Por qué se debe comer bien y balanceado? Una de las razones prioritarias para comer bien es que el alimento es la gasolina del cuerpo, sin combustible no nos podemos mover. El alimento da la energía al cuerpo para realizar sus labores cotidianas. Dentro de los alimentos que dan este aporte están los carbohidratos y las grasas. Otros alimentos otorgan defensas a nuestro organismo como las vitaminas, esto lo hacen las verduras y las frutas. Las proteínas por su parte generan anticuerpos que protegen nuestros sistemas y ayudan en la regeneración celular.
¿Qué deberíamos comer? De todo un poco y de manera racional y equilibrada. Si por ejemplo no realizamos desgaste calórico a través del ejercicio constante resulta algo insensato concentrar la dieta en harinas, dulces, gaseosas, alimentos todos que fácilmente nos llevaran a la obesidad.
Al no comer bien la digestión se ve afectada, lo cual con seguridad nos traerá una carga considerable de estrés. Es mucha la incomodidad que se experimenta cuando nuestro sistema digestivo no funciona de la manera adecuada. Por eso es muy importante comer alimentos ricos en fibra que faciliten y mantengan regulada la digestión.
Ahora, ¿Come usted a la carreras? ¿Come la primera cosa que se encuentra en la calle por salir del afán? ¿Procura comer en un ambiente apacible? ¿Come mientras realiza su trabajo en la computadora? Comer de manera intranquila, rápida y angustiada fácilmente le traerá una gastritis. ¿Eso es lo que quiere para usted?
¿Saca el tiempo suficiente para compartir una de sus comidas diarias en compañía de sus seres queridos? Es muy importante que además de ingerir una buena comida nos sintamos a gusto compartiendo los alimentos con las personas que amamos. Nada más edificante y que nutra más. ¿No le ha pasado que cuando come con disgusto siente que la comida no le alimenta? Es casi seguro creer que en ese caso, prefiere incluso, no comer. En lo posible no permita que otras cosas contaminen sus momentos de alimentación, usted se merece comer bien y en un ambiente de paz.
Respóndase a la siguiente pregunta: ¿A ese coche que usted acaba de comprar y le costó tanto tenerlo, le daría usted el peor mantenimiento? Cierto que NO. Bueno su cuerpo es su vehículo para moverse en este mundo, su instrumento para seguir experimentando la vida. Lo mínimo es cuidarlo, darle lo mejor, atenderlo bien, cuidar de qué lo nutre.
Vigile su alimentación, coma a las horas adecuadas, aliméntese en un ambiente que lo regocije. Sienta placer al comer. No mezcle las horas de trabajo con sus momentos de nutrición. No admita quejas, angustias y sufrimientos a la hora de comer. Sus comidas deben ser sagradas.
Si se procura una buena nutrición se disminuirán notablemente las posibilidades de contraer virus y enfermedades. Que no sea nuestro descuido el responsable de una penuria por una enfermedad. Procuremos la certeza de que estamos haciendo lo mejor por nosotros mismos.