La definición de éxito debe incluir la esencia de la felicidad y el balance. El éxito no debe continuar siendo definido escasamente como riqueza, poder y estatus. Esa definición viene con un precio demasiado alto, no sólo para la persona que intenta perseguir esta definición tradicional sino que también destruye la integridad de la familia y de nuestro mundo.
Los frutos de una vida comprometida con la felicidad son: entusiasmo, inspiración, pasión, compasión, coraje, honestidad, y autenticidad. Escoger la felicidad implica escoger el camino de la certidumbre. También habrá sufrimiento, accidentes, dolor y pérdidas, junto con la risa, el placer y el gozo.
La vida deja de ser una montaña rusa de subidas y bajadas. En vez de enfrentar cada día con un sentido de incertidumbre tentativa, usted vivirá con confianza en sí mismo, coraje y optimismo. La felicidad es la confianza de que sin importar lo que ocurra, el potencial de su vida se estará desarrollando constantemente. La felicidad requiere de disciplina o de práctica. Yo utilizo “práctica” en vez de disciplina. Para muchos de nosotros la palabra “disciplina” tiene connotaciones negativas. La palabra “práctica” significa exactamente lo que dice. Usted se mantiene realizando una práctica, una y otra vez, y la ejercita una y otra vez. Cuanto más felicidad y balance experimente, mejor se deshará de sus temores y de su estrés. En vez de temores y estrés destruyendo su vida, usted empezará a realizar cambios profundos para su beneficio.