Su imagen es el resultado directo de combinar: lo que usted es, con las cosas que piensa, dice y hace.

¿Cómo constituir una imagen sólida que me represente en lo laboral, lo personal, lo público y lo privado? La respuesta: es tenga muy claros sus valores. Ellos serán siempre el referente, un norte que le indicará hacia dónde ir.

Debe existir una correspondencia lógica entre lo que usted proyecta y lo que usted es. Esto representa, aunque no lo parezca en un comienzo, dinero. Y la mayor motivación para hacerlo, no debe ser precisamente el dinero. El factor fundamental, para que usted se mantenga en sus valores, pensando en el futuro debe ser su tranquilidad y la de los suyos.

Con el tema vigente de las redes sociales, si usted se equivoca, resulta muy fácil verse comprometido en eventos o circunstancias indeseables para usted o su empresa; y todo esto sucede a velocidades que uno no alcanza a imaginar.

¿Cuánto cuesta construir una reputación limpia e intachable y que además tenga el plus de un importante reconocimiento a lo largo del tiempo? Eso cuesta muchísimo, quizás no en dinero; pero sí en la entereza y la valentía para mantenerse en lo fundamental. En aquellos valores que son los cimientos de su personalidad.

¿Cuál puede ser esa frase, esa norma que me oriente dentro del correcto proceder? Desde las distintas profesiones religiosas, desde la filosofía, la teología y la ética, se ha coincidido en afirmar el valor unificador de esta oración: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.

Es un principio muy sencillo. Observarlo le puede ayudar a mantener una imagen respetable. Si usted se identifica por el respeto a los demás, por su cordialidad, por su consideración son los otros, por su empatía y disposición a escuchar; y usted hace todas esas cosas porque es lo que desea recibir en la vida, sumándole que le parece una norma lógica y obvia de comportamiento, usted tendrá a su alrededor personas hablando muy bien de usted. ¿Cómo puede esto representar dinero?

Esto significa dinero, porque habrá personas confiando en contratarlo o en hacer negocios con usted. Es positivo y tranquilizador saberse ganar esa confianza. Otorga una inmensa sensación de paz y serenidad. Ya sabe, cuide su más precioso capital, su imagen.

Editado por: Ana Patricia Caicedo Cox