Un estudio elaborado por el prestigioso Instituto de Investigación Rottman, de la Universidad de Toronto (Canadá), revela que la dificultad para reir o sonreir, la falta de dotes interpretativas y la sonrisa forzada, guardan una estrecha relación con las lesiones en el lóbulo frontal derecho del cerebro.
La ciencia comprueba que la risa y la actitud positiva ante cualquier circunstancia son determinantes en la vida de los seres humanos. Una nueva tendencia de la psicología apunta a buscar menos en la mente y encontrar más respuestas en el corazón.
Los científicos han aceptado que una actitud positiva resuelve cualquier conflicto personal de manera mucho más efectiva que cualquier tratamiento clínico. Inclusive tiene efectos fisiológicos, como incrementar la cantidad de dopamina en el cerebro y mejorar el sistema inmunológico.
“Se reía tanto que muchas miradas fustigadoras le cruzaban el alma como un haz de radiaciones. De todas formas seguía riéndose sin parar, en plena calle y aparentemente sin explicación alguna. Desprovisto de vergüenza continuó así por unos minutos, hasta que con el rostro completamente encendido continuó caminando, como si nada.” Alegrías como la de este personaje, son la mejor cura para todos los problemas. Abrir la boca y soltar una carcajada, sana traumas y alivia angustias como ningún tónico.
Para los sicólogos, las ventajas que produce la risa en el organismo, son un descubrimiento bastante reciente. Luego de pasar gran parte de su tiempo excavando en el pasado de las personas, los especialistas por fin han dado un giro positivo a su profesión. A la cabeza de este movimiento está la Asociación Americana de Sicología, que ha hecho un llamado para que sus miembros se dediquen al optimismo y dejen atrás su obsesión por las patologías.
El terapeuta Carlos Palacios recomienda una actitud propositiva. Lisa Aspinwal, una de las exponentes de esta corriente de sicología positiva, afirma que muchas de las claves de la misma se encuentran en los niños.
“Se puede ser un sicólogo del desarrollo investigando sobre cómo los niños pueden ser optimistas. Igualmente existen muchos trabajos fascinantes en neurociencia acerca de la actitud positiva y como ésta se relaciona con la capacidad de resolver problemas”, sostiene la especialista.
Sicólogos de la Universidad de California que estudian el estrés en los estudiantes de primer año, han encontrado que los optimistas gozan de un sistema inmunológico mucho más desarrollado que los pesimistas. De la misma forma, en la Universidad de Cornell, algunos investigadores vinculan la actitud positiva no sólo con el incremento de los niveles de creatividad y de la agilidad mental, sino también con el aumento de la dopamina cerebral y otros efectos.
A las palabras claves: expansión, risa y optimismo, el terapeuta Carlos Palacios agrega que: “Alguien propositivo busca generar nuevas actitudes en la vida, tiene momentos malos, buenos, es positivo o negativo, pero siempre encuentra el camino para seguir desarrollándose como persona”.
Propositivos, entusiastas, alegres, positivos u optimistas… el término no importa, lo único verdaderamente trascendente es regalarnos una sonrisa más a menudo.
Por esto, escribir sobre la alegría y no estar contentos sería una injusticia gigantesca. De ahí que, en este instante, te recomendamos pensar cómo puedes incrementar tu actitud mental positiva para que una sonrisa salga de tus labios, cada vez que alguien se acerque a ti.