Enmendar un error financiero puede considerarse imposible. Existen innumerables razones e historias que determinan esta situación y nos llevan a pensar que las cosas no se pueden hacer de otro modo. Prácticamente las reglas que aplican para cometer y corregir cualquier error funcionan para un error financiero.

¿Por qué se comete un error? Los errores se suelen cometer por desconocimiento. No conozco el mercado en el cual me voy a involucrar y fracaso, por poner un ejemplo.

Muchos errores se suelen cometer por exceso de ingenuidad. Abordo mi emprendimiento con inigualable entusiasmo, pero no hago los cálculos del capital necesario que requiero para mantener mi negocio mientras este sale a flote y se subvenciona por sí mismo.

Las equivocaciones suceden por terquedad, me empecino en mi emprendimiento y me niego a escuchar los aportes de aquellos que ya han tenido una experiencia vital en el negocio.

Al estar desinformado incurro en el error. Investigo las posibilidades de mi emprendimiento de forma superficial, no me documento de la manera suficiente. Luego cuando sobrevienen los eventos que hubieran podido ser previsibles, ya es muy tarde.

Es equivocado abordar cualquier situación, no solo los negocios y los emprendimientos desde la mera emoción. En un negocio hay dinero comprometido. Con seguridad ahorros de toda su vida, sumas que le han prestado sus familiares. En un negocio está bien que esté la emoción porque es una fuerza motivadora para obtener logros y salir adelante. Pero no es suficiente.

Actúo de manera errónea cuando creo que puedo con todo. Hay que tener esto muy claro al iniciar un emprendimiento. Existirán áreas en la conformación de la empresa que con seguridad no podré desarrollar. Como ejemplo, labores especializadas: la contabilidad o el mantenimiento de la maquinaria.

De igual manera, es totalmente un desacierto abordar un negocio sin corazón. El corazón es lo que le que le da el toque de humanidad a todo emprendimiento. Imagine que usted tiene un negocio donde debe atender público de manera constante y usted luce como una máquina que solo quiere dinero. Recuerde en los negocios la amabilidad siempre marcará la diferencia.

Para concluir, hay situaciones que se pueden prevenir, bien sea porque usted ya vivió la experiencia y sabe qué es lo que no debe volver a hacer. O, usted puede procurar entrar a su nuevo negocio empapado de la información y las vivencias de otros que ya han tenido éxito.