Frente al hecho de que nos quieran vender algo, la gran mayoría generamos reacción de rechazo. No nos gusta sentirnos acosados por una imposición. Nos molesta que se intente “cerrar una venta” a la brava, a costa de nuestra desprevención, o la incapacidad de decirle NO al vendedor.

De igual forma es realmente incómodo el hecho de que uno esté interesado en un producto o servicio y nadie lo atienda. También puede suceder que lo atiendan con una ausencia absoluta de amabilidad y cortesía.

¿Cómo encontrar una actitud que medie entre estos extremos? La respuesta es: esté siempre dispuesto a colaborar.

¿No le sucede que usted regresa a un sitio donde quizás un día no pudo comprar, pero le quedó en su mente fijada la idea de que lo atendieron muy bien? Pudo suceder que ese día usted a lo mejor ni entró al almacén con la idea de comprar, simplemente iba buscando ayuda porque estaba perdido y requería indicaciones con la dirección. Se encontró entonces con un dependiente muy cordial que lo ayudó en su situación. Ese simple hecho se queda en su memoria y usted algún día regresa allí.

Colaborar siempre traerá buenos dividendos. Si está atendiendo a un cliente interesado en su producto, busque la manera de ayudarle al máximo. Haga que el ponga de manifiesto todas sus necesidades a través de preguntas. Guíelo con sus interrogantes a que adquiera la opción de producto que más le pueda convenir.

Aprenda a percibir el lenguaje no verbal de su cliente. Quizá el le haya cumplido la cita de negocios por formalidad pero en ese momento no lo puede atender de la mejor manera porque tiene un inconveniente personal. Brinde su ayuda postergando la cita o si se da la posibilidad pregunte si puede colaborar en algo.

Los clientes siempre tienen presentes a las personas que les ayudan. Puede suceder que es e cliente en el que usted empleó media hora de su tiempo, no le compre absolutamente nada por diversas razones. Es altamente probable que esa persona le remita otros clientes interesados en su producto.

La actitud de colaboración hablará siempre muy bien de usted y de su empresa. Nunca dude en hacerlo y si es usted dueño de su negocio, propague esa bonita actitud entre sus empleados.