Lo sé. No es la primera vez que lo lees o escuchas. Con más razón, si lo repiten tanto ha de ser por algo. Hazle caso. Quizás valga la pena.

Más de una vez se ha dicho que eres el resultado de lo que piensas. Como también se ha afirmado que debes cuidar lo que pasa por tu mente porque tus pensamientos llegan a convertirse en tus hábitos.

Analiza, ¿qué le sucede a alguien que se deprime? Además de ocurrirle un evento traumático, sus ideas entran en un círculo vicioso y repetitivo de pensamientos negativos, del que a esta persona le cuesta salir. ¿Cuáles empiezan a ser sus hábitos? Quien se deprime, duerme mucho, se entristece, no sale, se enfrasca en sus propios pensamientos, llega a hacer cosas como dejar de comer o bañarse.

Esta es una prueba del lado negativo de los pensamientos. Muestras de que un pensamiento positivo puede lograr prácticamente todo lo bueno, hay muchísimas. Sabemos que abundan los casos de personas que han rechazado su discapacidad en su mente y se han puesto sus propios límites. Se niegan a aceptar los NO de otros que les han dicho cosas tan atrevidas, como: “nunca vas a poder”.

Tus pensamientos positivos deben tener la fuerza suficiente para convertirse en acciones que te permitan salir de tu zona de comodidad. Respóndete honestamente esta pregunta: ¿Cuántas veces te has dicho: “no puedo con x cosa” sin tan siquiera haberlo intentado una vez?

Entonces, pensar positivo, no es solo pensar positivo, es acompañar tu pensamiento de un accionar que te conduzca a concretar algo bueno. Así como el pensamiento negativo se acompaña tan fácilmente de la inacción, los pensamientos positivos requieren indiscutiblemente de la acción.

No seas responsable de disminuir tu poder, recuerda que tus pensamientos van a ser la gasolina que va a alimentar tu motor día a día. No pierdas el tiempo con rencores y cosas del pasado que ya te es muy difícil solucionar. Te gastas demasiado, empleas demasiado tiempo y tiendes a estancarte. ¿Es eso lo que mereces?

¡Pero es que es imposible dejar de preocuparse por los afanes diarios! Así es. Todos los tenemos, lo importante es enfocarse en la manera sensata y tranquila de solucionar las cosas. No sumes otro problema a las que ya puedas tener con pensamientos necios. Utiliza tu herramienta más poderosa y mantén tu fuerza.

Editado por: Ana Patricia Caicedo Cox